La casa de Asterión
La casa de Asterión es un cuento corto del escritor argentino Jorge Luis Borges, publicado primero en 1947 en el diario “Los anales de Buenos Aires”, y luego en 1949 dentro de su obra El Aleph..
El cuento se narra en forma de monólogo por parte de Asterión, ser que vive en una inmensa casa a la que describe dotada de infinitas (14) puertas sin cerraduras, carente de mobiliario y en la que existen numerosos pasadizos, habitaciones, corredores y patios. A lo largo de los años Asterión vaga por su interminable morada, la cual cree infinita. El personaje explica su personalidad narrando eventos del pasado, como el atardecer en que dio en salir, pero el temor que le infunden los rostros y actitudes de las gentes del exterior, lo obliga a internarse nuevamente en lo profundo de su residencia. Pasa los largos días jugando a las escondidas, corriendo por las extensas galerías, fingiendo dormir o recibiendo la visita de otro como él. Cada nueve años entran nueve hombres en la casa, a los que Asterión asesina. Uno de ellos, antes de morir, le profetiza que algún día llegará quién lo libere de su suplicio. Una mañana arriba su salvador y Asterión, muere sin defenderse.
Mito de Teseo y el Minotauro
El Minotauro era un ser monstruoso mitad hombre (la inferior) y mitad toro (la superior) con hábitos caníbales. Era hijo de Minos, rei de Creta quien mandó construir a Dédalo un laberinto para encerrar al minotauro y ocultarlo. Minos, que tenía sujetas varias ciudades de la Grecia continental, entre ellas Atenas, obligaba al pago de un tributo (anual?) de diez doncellas y diez jóvenes de las mejores familias de esa ciudad para alimento del minotauro. Como los atenienses estaban hartos de esta tiranía Teseo, principe de la ciudad, se presentó voluntario con intención de matar al Minotauro. Cuando llegó al palacio de Minos, una de sus hijas, Ariadna, se enamoró perdidamente de él y, tras promesa de llevarla consigo, lo ayudó para conseguir su objetivo dándole un ovillo de lana que le sirviera de guía para salir del laberinto una vez ejecutado el monstruo.
Teseo dió muerte al minotuaro, evitando que devarase a los muchachos tributarios. Después volvió a su nave acompañado de los muchachos y de Ariadna. En una escala del viaje, Teseo abandonó a Ariadna en la isla de Naxos y zarpó para Atenas, olvidando mudar las velas negras de la nave por otras blancas que indicarían el éxito de la misión y la supervivencia de los muchachos, motivo por el que su padre Egeo se lanzó al mar, perdiendo en él la vida y dandole su nombre a esa área del Mediterráneo.
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Intertextualidad
Lo primero que tomaremos en cuenta, es que “La casa de Asterión” es una reescritura del Mito de Minotauro. El autor reescribe el viejo mitopresentándonos al hijo de Pasifae, cuyo sólo nombre despierta memorias de horror y muerte, como un ser indefenso y extraviado en sulaberinto, esperando vanamente a un redentor que, cuando llegue, será su verdugo. Borges escribe su cuento sin perder de vista el mito, y así, cuando más terrible es el Minotauro de la leyenda, más endeble e indefenso nos parecerá el que nos presenta Borges, con lo cual acaba construyendo una metáfora desoladora del hombre moderno, perdido y solitario en un mundo en el que la única perspectiva es la muerte. Como se ha dicho, una unidad como es el mito clásico opera como expresión de un nuevo contenido: el cuento en el que el Minotauro, se transforma en un símbolo de la condición humana.
En Borges, la memoria, el libro y la biblioteca son el argumento y la fuente genérica de su producción literaria e intertextualidad, tan bella, afirmativa e inventora de seres imaginarios que aportan el don del conocimiento y la sensibilidad de lo otro, su difícil comprensión. El texto es un diálogo entre el autor y el lector, creador de historias y de mundos, un inventor de vidas. Un hombre que imagina, sueña y espera.
“La casa de Asterión” es una transformación temática, fundada en la modificación del punto de vista narrativo; es decir, cambia la forma del mito. Veamos cómo lo hace: El rey Minos hace construir el laberinto para guardar el monstruo que su mujer, Pasífae, ha engendrado, fruto de sus amores con un toro. El Minotauro, cuerpo de hombre y cabeza de toro, exigía sacrificios humanos. Teseo acabó con él, gracias a la ayuda de Ariadna y el hilo proverbial.
Para Borges, el hombre crea su propio laberinto, pero corre el peligro de extraviarse en él y postular otro para explicar el anterior. La vida es un conjunto de laberintos.
Asterión (pobre protagonista, como lo llamó el autor) comprende que su mundo está incluido en otro mayor e incomprensible. Es un símbolo del “hombre extraviado en su propio laberinto”. Padece de orgullo de ser único y especial. Su vanidad se equipara con la humana. Vive en un límite de locura y está totalmente incomunicado. Pero tiene una esperanza: espera a un “redentor” que lo salvará; no obstante, ese redentor será su verdugo.
PERSONAJES:
* El Minotauro: Hombre con cara de toro; según el cuento (en contraposición con el mito) no odia los hombres: el laberinto no es su prisión, sino su casa vacía de muebles; tiene libertad, sale al exterior pero regresa por el temor que le infunde la plebe (está a su vez aterrorizada del monstruo, por eso ora y suplica a Dios en el templo de las Hachas).
Es único, no sabe leer; usa su imaginación para crear su propio mundo con su doble Asterión, pues vive solo. Llega a considerarse una especie de Dios, hasta creer que quizás él fue quien creó las estrellas, el sol y la enorme casa, pero ya no se acuerda; además considera la muerte de los hombres, no como un sacrificio, sino como una liberación otorgada por él de todo mal. Espera a su redentor, para que lo libere a él, a través de la muerte.
* Teseo: Mata al Minotauro, se convierte en su redentor, no su asesino.
Según la mitología Teseo es el gran héroe del Ática, hijo de Egeo y Etra, también se le consideraba hijo de Poseidón, porque el Dios había violando a Etra, antes de ser poseída por Egeo. A los 17 años Teseo se calzó las sandalias, tomó la espada y se fue en busca de su padre. Llegó a Atenas, Egeo no reconoce a su hijo hasta que lo vio desenvainar la espada, lo abrazó y lo declaró sucesor del trono.
Cuando vinieron por tercera vez los de Creta para llevarse el tributo reclamado por Minos para el Minotauro, Teseo se presentó, sin ser sorteado, para formar parte del grupo, con ánimo de luchar, pues con la muerte del Minotauro cesaría el fatal tributo humano.
Teseo y sus compañeros fueron encerrados por Minos en el laberinto del Minotauro; pero Ariadna, hija del rey, se enamoró de Teseo y le entregó un ovillo, cuyo hilo lo guiaría en su salida del laberinto. El joven le da muerte al Minotauro con su espada, halló la salida del laberinto siguiendo el hilo y se llevó a Ariadna a Naxos, donde la dejó abandonada.
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